Están los que lleva amuletos,
Los que hacen promesas,
Los que imploran mirado al cielo
Los que creen en supersticiones.
Y están los que siguen corriendo,
Cuado tiemblan las piernas,
Los que sigue jugado cuando se acaba el aire,
Los que siguen luchando cuando todo parece perdido.
Como si cada vez fuera la última vez
Convencidos de que la vida misma es un desafió.
Sufren, pero no se quejan
Por que saben que el dolor pasa.
El sudor se seca. El cansancio termina.
Pero hay algo que nunca desaparecerá:
La “SATISFACCION” de haberlo logrado.
En sus cuerpos hay la misma cantidad de músculos.
En sus venas corre la misma cantidad de sangre.
Lo que hace la diferencia es su ESPIRITU.
La DETERMINACION de alcanzar la sima.
Una cima a la que no llega superando a los demás,
Sino SUPERANDOSE A UNO MISMO.
Cordialmente: profesor Israel Tinajero Soto
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